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La ubicación de Alaior, un pueblo precioso y auténtico que permite un rápido acceso al sur y al norte y a la ciudad de Mao. El hotel boutique, como a nosotros nos gusta, diseñado con perfecto gusto, bastante cómodo, equipado con excelente ropa de cama, por no hablar de los excelentes desayunos. Y luego la excepcional bienvenida de Nicky, siempre presente, discreto, disponible, competente y cálido. 4 días perfectos en los que nos sentimos como en casa y sin duda volveremos. Es cierto, sin fallos.
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